
Sandra Arroyo Salgado conversó con Ernesto Tenembaum y el resto del equipo de ¿Y Ahora Quién Podrá Ayudarnos? esta mañana. La jueza federal que lleva la causa por los escraches a José Luis Espert defendió la detención de las dos principales acusadas y criticó los dichos de la ministra Patricia Bullrich en el marco de la investigación. Además, descartó la posibilidad de integrar la Corte Suprema de Justicia o la Procuración General de la Nación en el futuro.
Al aire de Radio Con Vos, Arroyo Salgado cuestionó la decisión que tomó la Cámara Federal de San Martín de liberar a Alexia Abaigar y Eva Mieri, las dirigentes peronistas acusadas de escrachar a José Luis Espert y lanzar excremento a su casa, y fundamentó el procesamiento de ambas que dictó el viernes pasado.
“Con respecto a la decisión de la Cámara, el concurso de delitos por el cual yo procesé a estas personas tiene una pena en expectativa de 3 a 14 años de prisión. Si bien por el monto mínimo sería excarcelable, nosotros tenemos que hacer una proyección”, consideró la magistrada y destacó además que “la Cámara resuelve esto antes de que yo me pronuncie sobre si iba a dictar la prisión preventiva o no”.
Para fundamentar su decisión de dictar preventiva, Arroyo Salgado sostuvo que hubo “riesgo de fuga en un primer momento”, apuntando a que las dirigentes se dirigieron al frente de la casa de Espert “encapuchadas, con guantes y alterando las chapas patentes de los autos que usaron”. La jueza añadió que el teléfono de Mieri presentaba alteraciones que indicaban que había eliminado conversaciones.
Consultada sobre los delitos que les atribuyó a ambas en el procesamiento dictado el viernes, Arroyo Salgado enumeró “el delito contra el orden público, que está tipificado en el artículo 213 bis del Código Penal” y apunta a “quien organizare o tomare parte en agrupaciones permanentes o transitorias que, sin llegar a asociación ilícita, tienen por objetivo imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor”; “amenazas coactivas agravadas por el anonimato”; y la “incitación a la persecución u odio contra una persona a causa de sus ideas políticas”.
En el caso puntual de Eva Mieri, también se la acusa de “malversación de caudales” por el uso de una camioneta que estaba afectada al uso del Municipio de Quilmes, y de “alteración o supresión de la numeración de un bien registrable por Ley” por haber ocultado la patente.
Arroyo Salgado cuestionó más directamente a la Cámara de San Martín al sostener que “esta misma cámara es la que ha liberado al autor de unas amenazas de las que fui víctima con mis hijas en abril de 2018”, con el fin de instarla a liberar al narcotraficante Gustavo Sancho. La magistrada recordó cómo los camaristas consideraron que no había elementos suficientes para detener al autor de las intimidaciones, José Damián Sofía, quien más tarde fue “detenido por otro juez por un cargamento de cocaína que salía hacia Dubai”.
“Yo las amenazas no las relativizo, las investigo, sea la víctima del color político que fuere y tenga la función que fuere“, remarcó la jueza y se refirió a los actos de Abaigar y Mieri como “acciones de tinte terrorista que lo que pretenden es silenciar a periodistas, a jueces, intimidar la acción de jueces, de fiscales o de legisladores”.
El festejo de Bullrich y la posibilidad de integrar la Corte o la Procuración
Consultada por Ernesto Tenembaum sobre el tuit que publicó Patricia Bullrich festejando la detención de Alexia Abaigar bajo el eslogan “el que las hace las paga”, Arroyo Salgado contestó: “No lo comparto, y de hecho ese tuit perjudicó el avance de la investigación… Dar a publicidad nos impidió avanzar hacia los otros responsables, porque ya todos estaban alertados de que una persona había sido detenida. A veces ese tipo de acciones terminan perjudicando el avance de las investigaciones”.
Más tarde, la magistrada aseguró no tener “ninguna ambición” y tener “claro” cuál es su función, ante lo cual Jairo Straccia le preguntó si, entonces, no aceptaría ser jueza de la Corte Suprema o procuradora. “No, para nada”, fue su respuesta: “Creo que no soy el perfil de persona para integrar un tribunal colegiado ni tampoco la Procuración General”, remarcó Arroyo Salgado.