
Según Alejandro Bercovich hay tres escenas que condensan la violencia actual: la adolescente de 14 años que entró armada a su escuela en Mendoza, el asesinato en vivo de Charlie Kirk en Utah y el apuñalamiento de una joven ucraniana en un tren en Carolina del Norte.
Kirk, cofundador de Turning Point USA y defensor de la libre portación de armas, fue baleado ayer durante un evento universitario. Bercovich señaló que “lo que me impactó no fue tanto el asesinato como la viralización, como lo obsceno de ver una y otra vez esa escena en las redes sociales”, señaló.
Bercovich trazó un paralelismo entre estos hechos y la crisis de salud mental que atraviesa la sociedad. “Pensé en la verdadera pandemia de problemas de salud mental que atravesamos, en lo delicada que quedó nuestra psiquis después de la pandemia de coronavirus”, reflexionó, y recordó incluso los juicios que enfrenta OpenAI por el uso de ChatGPT como supuesto “consejero” de adolescentes que terminaron suicidándose.
Desde lo político, Bercovich citó al investigador español Elvin Calcaño, quien en la revista Jacobin sostuvo que “Estados Unidos está en guerra civil”. Según ese enfoque, la llegada de Barack Obama al poder en 2008 activó los fantasmas de la “América profunda” y desplazó al Partido Republicano hacia la ultraderecha, un proceso que desembocó en la aparición de Donald Trump.
En ese sentido, Bercovich apuntó contra la utilización política del asesinato de Kirk y dijo que para él, las acusaciones cruzadas son un síntoma de “una sociedad crispada, un estado violento, una sensación de que no hay futuro”.
Hacia el cierre, el periodista advirtió que en Argentina “también estamos protagonizando un quiebre”, aunque “por suerte, con muchas menos armas en la población, con mucho menos odio racial instalado en nuestra gente, pero con un enojo, con una frustración con el capitalismo, con un sistema que ya no nos da de comer ni siquiera teniendo dos o tres trabajos”.