
Alejandro Bercovich analizó el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires rumbo a las elecciones de septiembre. “En la política está todo roto”, sentenció, y agregó: “Está todo roto a nivel dirigencial y también entre esa dirigencia y la población que pretende representar”.
El periodista repasó las internas y tensiones del sábado por la noche, cuando el peronismo bonaerense pidió una prórroga judicial para inscribir sus listas. “Las listas se cerraron en el despacho de Axel Kicillof, pero con amagues de ruptura que llegaron hasta la tarde misma del sábado”, señaló. Según Bercovich, a las 8 de la noche “se partía el peronismo”, con dirigentes como Katopodis y Carlos Bianco mandando a sus referentes a armar listas propias. “Alguno dirá que es el juego de siempre, pero esta vez ocurre con la jefa del peronismo presa, peleada con el principal candidato presidencial, que es el gobernador de la Provincia”, agregó.
También puso el ojo sobre las internas en el cierre de listas de La Libertad Avanza. “Santiago Caputo, Karina Milei y los Menem se apoderaron de la lapicera e hicieron las listas como ellos quisieron”, denunció, y sostuvo que ese armado “se dirimió con acusaciones de corrupción en los diarios”. En ese marco, “unos acusan a otros” de meter bultos en aviones privados sin control, otros de cerrar contratos millonarios para proveerle seguridad al Banco Nación.
Según Bercovich, el oficialismo libertario “incorporó candidatos del PRO que parecen estar buscando la suya, como Cristian Ritondo o Diego Santilli, y no pueden justificar sus patrimonios”, y cuestionó que todo esto suceda mientras los problemas urgentes quedan fuera de agenda: “El precio de los alquileres, los punitorios de las tarjetas, la privatización de AYSA… no parecen preocuparle a nadie”.
El periodista también repasó un sondeo de la consultora Suban Córdoba, que muestra un crecimiento del “antimileísmo”: “En mayo del año pasado era del 48%. Hoy es del 53%. Pero lo más fuerte es que el mileísmo cayó de 42% a 28%”. A su vez, el “anticristinismo” también bajó ocho puntos, y la intensidad del kirchnerismo “empezó a diluirse”.
Finalmente, Bercovich advirtió que la política “mira su ombligo” y por eso la participación electoral cae elección tras elección. “Lo que creía el gobierno hasta hace poquito es que eso le convenía, que esa democracia de baja intensidad le venía bien a su política económica. Bueno, ahora que la economía también cruje, quizás no sea así”, cerró.