
Alejandro Bercovich hizo un análisis sobre el estado general de la Argentina, a partir de lo que definió como una “crisis existencial” que atraviesa todas las dimensiones de la vida nacional: política, económica y social.
“Que cinco o seis gobernadores de tres partidos distintos armen un frente electoral para una sola elección puede ser visto como una señal de hartazgo de la dirigencia política”, sostuvo Bercovich. Para el periodista, esa acción también puede leerse como “una muestra de lo profunda que es la crisis política que se abrió en 2023 y que seguimos transitando, aunque por momentos las cosas parezcan relativamente tranquilas”.
En cuanto al plano económico, Bercovich remarcó la inestabilidad del dólar: “Ahora que superó los 1370 y que se acerca el techo de la banda de flotación pactada con el Fondo Monetario, es obvio que traslado a precios va a haber”. Y advirtió que esto compromete aún más las chances electorales de Milei: “Un gobierno que había dicho que iba a pasar todo lo contrario a lo que terminó pasando hace 3 meses depende muchísimo de que los precios se mantengan a raya”.
Para Bercovich, el Gobierno de Javier Milei, sin tener del todo el apoyo de la sociedad, “intenta llevar a fondo un reseteo del país atropellando todo lo que se le ponga enfrente”, y denunció el endurecimiento de la represión: “Decidieron reprimir groso, al borde de convertirse en un régimen autoritario, al borde de la dictadura”. Mencionó, entre otros hechos, la represión de ayer durante las protestas de jubilados, y señaló: “Ya es una exageración decirle democracia a esto que está poniendo en marcha Patricia Bullrich en las calles”.
También se refirió al “impuestazo” a los clubes como parte de ese mismo modelo de país: “Quieren quedarse con los terrenos de los clubes para hacer desarrollos inmobiliarios”, dijo, y cuestionó la lógica detrás de esa decisión: “Hay una ideología que cree que todo lo social es ineficiente y que sólo vale lo que produce guita”. Y agregó: “Creo que en ese impuestazo se conjugan muy nítidamente muchos aspectos de la crisis existencial que atravesamos como país”.
Finalmente, Bercovich volvió al eje de su planteo: “Ese insatisfecho permanente es un sujeto político en crisis, que se da cuenta de que vive hace muchos años cada vez peor, pero que no sabe qué hacer para salir de esa encerrona”. Y concluyó: “Quizás sea algo más profundo que lo que le pasa a un gobierno. Esto que le pasa a la Argentina por estos días, por estos meses, y por qué no, por estos años”.