
Alejandro Bercovich abrió su editorial con una crítica al estado del sistema ferroviario argentino, tras el descarrilamiento del tren Sarmiento ocurrido en la estación Liniers. “Andaba a 47 kilómetros por hora el tren Sarmiento que descarriló ayer a la tarde… y lo subrayo porque los sucesivos gobiernos que han tenido las riendas de la Argentina en lo que va del siglo XXI no pudieron hacer que los trenes anden siquiera a la velocidad que andaban hace 100 años. Es una vergüenza lo que pasa con los trenes en la Argentina”, afirmó el periodista.
Bercovich explicó que el accidente —que dejó 20 heridos— se produjo por un “descalce en un cambio de vías” en una zona donde se están instalando nuevos sistemas de señalización. Citó al delegado Cristian Duarte, quien describió al Sarmiento como “un collage” de tecnologías de distintas épocas: “Tiene tecnología de 1930, 1950, 1980 y las modernas. Todo está atado, ensamblado. Es un Frankenstein el Sarmiento”.
El conductor también retomó declaraciones de Rubén “Pollo” Sobrero, secretario general de la Unión Ferroviaria, quien calificó el hecho como “una desgracia con suerte” y advirtió que “esto bajo ninguna circunstancia puede pasar, bajo ningún punto de vista, porque está hecho para garantizar la seguridad”. Bercovich remarcó que el mantenimiento ferroviario “se está demorando” y que el gobierno de Javier Milei “paralizó todas las obras” al asumir.
Bercovich recordó los antecedentes de corrupción y desinversión en el sistema ferroviario y apuntó directamente a la gestión actual: “Este gobierno sin lugar a dudas tiene el tema del transporte en el fondo de sus prioridades”. Y recordó que Milei “disolvió hasta un organismo para investigar los accidentes en el transporte”, en referencia a la Junta de Seguridad en el Transporte (JST), lo que dejó sin supervisión los incidentes ferroviarios recientes.
Finalmente, cerró su editorial con una advertencia: “Tuvimos hace poquito tiempo un brutal choque que cegó 51 vidas… y seguimos sin prestarle atención. Ayer, un descarrilamiento con 20 heridos, por suerte sin ningún muerto. ¿Vamos a esperar que haya muertos o vamos a tratar de encarrilar el tren?”.