
Alejandro Bercovich advirtió sobre la falta de rumbo en la estrategia económica del Gobierno y el agotamiento de los recursos para frenar la volatilidad cambiaria. “No saben qué hacer. Hay un terror a esto que puede pasar de acá al 26 de octubre, que es realmente impresionante la presión que se produce en un contexto así sobre el dólar”, afirmó.
El economista señaló que el Ejecutivo intenta explicar la volatilidad cambiaria como un fenómeno ligado al clima electoral. Sin embargo, puso en duda esa lectura: “Lo que pasa es que no hay forma de convencer a los inversores de que esto aguanta hasta el 26 de octubre. En este momento el dólar se arrima nuevamente al techo de la banda de flotación. Está 1450 mangos, sube 50 respecto de ayer, pero sube 100 respecto del viernes pasado cuando volvió a encenderse esta corrida cambiaria apenas 3 días después del espaldarazo de Estados Unidos”.
Bercovich describió el impacto de las medidas de urgencia del equipo económico, que hasta ahora no lograron estabilizar la situación. “Si no hay más conejos en la galera de Caputo y el dinero del tesoro de los Estados Unidos va a aparecer recién en dos semanas, la pregunta es, ¿a cuánto el dólar? Los están corriendo a Santiago Bausili, al presidente del Banco Central, y a Luis Caputo, el ministro de Economía”, lanzó.
Frente a este escenario, Bercovich sostuvo que las opciones se reducen a dos caminos: “Claro, las opciones se van recortando y la verdad que hay una sola alternativa a una devaluación inmediata antes de esa reunión a la que van a llegar arrastrándose el 14 de octubre próximo. La única alternativa es endurecer el cepo, es fijar más restricciones a la compra”.
En ese marco, repasó las últimas restricciones aplicadas por el Banco Central y denunció las consecuencias distributivas de la política oficial: “Caputo dijo: ‘Como esto está restringido, ahora, yo me voy a comprar todos los dólares de las cerealeras, estos 7,000 millones de dólares que conseguimos que liquiden con el sacrificio de 15 palos verdes de retenciones’. Dicho sea de paso, guita de la recaudación que le retasearon a las personas con discapacidad, a los estudiantes universitarios, a los jubilados, a todos los que les vetaron las leyes en estas últimas semanas”.
Bercovich cerró con un pronóstico sombrío sobre lo que viene: “La pregunta de a cuánto va a estar el dólar después de que estalle esto por el aire es una pregunta que se hacen todos. Algunos se contestan con esa cifra de 1600, 1700, otros con una más cercana a los 2000, pero nadie cree que vaya a durar mucho más este esquema atado con alambre, emparchado mil veces y rescatado con conejos de una galera que se va quedando sin magia”.