
Alejandro Bercovich se refirió la fragilidad del esquema económico del gobierno por la deuda con el FMI y las decisiones de Javier Milei y Luis “Toto” Caputo.
Bercovich remarcó que la actual crisis es sino consecuencia directa de la estrategia adoptada desde diciembre: “Vale la pena pensar qué va a haber que hacer con esta crisis y con cómo la agravó Javier Milei junto con Luis Caputo a partir de haber tomado mucha más deuda que la que ya teníamos cuando asumieron, que ya era impagable”.
El economista recordó que la experiencia de principios de los 2000 dejó una lección clara. “No fue (el superávit que dejó) la soja lo que le permitió a Kirchner enhebrar todos esos años de crecimiento. No fue la soja la que parió ese paréntesis en el cual la inversión productiva en la Argentina llegó a un nivel récord. Fue el default, fue la cesación de pagos, fue no tener sobre nuestras espaldas ese peso imposible de sostener”.
Con ese antecedente, planteó que hoy podría ser necesario un nuevo esquema de renegociación con los acreedores. “Hubo un instrumento, una herramienta que en su momento creó Roberto Lavagna junto con Guillermo Nielsen, que se llamó cupón atado al PIB. Y quizás ahora en este contexto en el cual vuelve a ser impagable la deuda, haya que prometer algo así en una renegociación que Milei y Caputo se negaron a llevar adelante a principio de su gestión para beneficiar a esos acreedores privados”.
Bercovich también subrayó el rol del Fondo Monetario Internacional, que condiciona cada movimiento del gobierno: “Esta deuda solamente la va a poder pagar una dictadura. Una democracia lo que puede ofrecer es refinanciarla, es pagarla de otra manera, en la medida en que pueda, de la forma que imagine el Fondo Monetario, porque además es eso: fueron ellos los que forzaron las reglas, los que violaron sus propios estatutos para prestarle a la Argentina”.
En ese marco, cerró con un diagnóstico sobre la coyuntura: “Lo que estamos viendo, insisto, es un derretimiento total del programa económico, un programa pensado para pagar la deuda. ¿Se podrá poner de pie otro? Bueno, eso lo dirá el futuro”.