
La derrota de Javier Milei en la provincia de Buenos Aires marcó, para Alejandro Bercovich, un quiebre en el “experimento” ultraderechista. Se refirió al límite social al ajuste, el rol del peronismo con Axel Kicillof y la mirada de los grandes capitales.
Bercovich se refirió al resultado en PBA y sostuvo que “la sociedad eligió un vehículo, en este caso la boleta celeste de Fuerza Patria, para decir: ‘Basta de esto’”. Según el periodista, se trató de un rechazo al ajuste, que “agotada la esperanza de un resultado distinto, dejó de ser tolerado”.
El conductor de Pasaron Cosas subrayó que Milei perdió algo más profundo que votos: “Lo que se agotó para Milei es algo que necesitaba desesperadamente, que es ese crédito político para el ajuste. Ya todos los demás créditos los venía agotando. Ahora lo que se le cortó es la banca de la gente”.
En ese escenario, emergió Axel Kicillof como referente opositor. Bercovich citó a Mario Santucho: “El que encarna hoy lo contrario a Milei es Kicillof. Y Kicillof tuvo suerte, obviamente, pero también tuvo virtud”. Para el periodista, el gobernador bonaerense se convirtió en el símbolo del antimileísmo, respaldado por la contundencia de la elección.
Bercovich también advirtió sobre el rol del poder económico. “Los grandes capitalistas lo pueden desechar tranquilamente a Milei, pero van a esperar que aparezca una alternativa”, planteó Bercovich, quien no descartó que el establishment fuerce cambios en la conducción económica del Gobierno, en medio de internas que debilitan al oficialismo.
“El apoyo a Milei se mantenía, pero ahora le están cobrando esa banca, huyendo del peso, huyendo de los activos argentinos y desencadenando la corrida”, explicó. Y concluyó: “Milei se está desmoronando ante nuestros ojos. Fue un terremoto lo que sufrió el domingo, pero por ahora sigue siendo el presidente”.