
Alejandro Bercovich expuso la conexión entre la familia del Presidente y los dueños de la Droguería Suizo Argentina, investigada por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad.
Bercovich recordó que los audios de Diego Spagnuolo, exdirector de la Agencia, decían que “le mandaba $800.000 dólares por mes a Karina Milei como retorno de las compras que el Estado desde la Agencia de Discapacidad le hizo durante todos estos dos años a la Suizo Argentina”.
El periodista explicó que, más allá de los intentos de los empresarios de escapar a los allanamientos y de negarse a entregar información clave, la conexión apareció en el Boletín Oficial. “El 20 de marzo de 2024, por la decisión administrativa 145/2024, fue designado como director de compras y contrataciones del Ministerio de Salud un muchacho llamado Luis Óscar Ricardo“, cuya designación lleva la firma de Mario Russo y Nicolás Posse.
Y agregó: “Se fue en junio de 2024, menos de 4 meses pasó en el cargo. ¿Por qué se fue del Ministerio de Salud Luis Oscar Ricardo? Porque se fue a laburar a la Suizo Argentina” como analista de compras, detalló.
Bercovich subrayó que esto es ilegal. “La ley de ética pública establece en su artículo 46 un periodo de carencia, algunos lo llaman periodo de enfriamiento. El funcionario público no debe durante su empleo y hasta un año después de su egreso efectuar o patrocinar para terceros trámites o gestiones administrativas cuando tengan vinculaciones funcionales con la actividad que desempeñe o hubiera desempeñado”, explicó.
Para el conductor, el caso revela un patrón de connivencia entre funcionarios y proveedores. “Esto se parece mucho a tráfico de influencias y francamente es tan directa la vinculación del Ministerio de Salud a la Suizo, en este caso de un funcionario designado por las máximas autoridades del gobierno nacional, que la Justicia debería citarlo como uno de los partícipes de esta connivencia espuria entre el Estado y un proveedor”, afirmó.
“El escándalo de la Agencia Nacional de Discapacidad es un escándalo que se hizo carne en toda la sociedad, porque es muy evidente a quién le estaban choreando. Este hombre, Luis Óscar Ricardo, es el eslabón perdido entre los Milei y los Kovalivker. No digan que no les avisamos”, concluyó Bercovich.