
Alejandro Bercovich analizó el proyecto de Presupuesto 2026 presentado por Javier Milei y fue categórico: “gobierna el Fondo Monetario Internacional”. Para el periodista, el texto de 6700 páginas no deja dudas de que las cuentas públicas quedaron subordinadas a las exigencias del organismo internacional.
El corazón del programa, subrayó, está en los 23 segundos que Milei eligió destacar: “El equilibrio fiscal es la piedra angular de nuestro plan de gobierno y es un principio no negociable”. Para Bercovich, la contradicción es evidente: “Son dos palabras que no entran en su léxico, consensos y acuerdos, y él sabe que hacen falta esos consensos y acuerdos, pero no propone ninguna vía para llegar a eso”.
Uno de los puntos más polémicos es el “cepo” a las partidas. El propio presidente explicó que el presupuesto “cuenta con restricciones de financiamiento, impidiéndole al Tesoro financiarse a través del Banco Central. También presenta una regla de estabilidad fiscal, es decir, que si los ingresos caen o los gastos superan lo previsto, se deberán ajustar partidas para mantener el equilibrio fiscal”. Para Bercovich, eso significa que “si se recauda menos, va a haber menos dinero para las universidades, para los programas sociales y para las asignaciones familiares”.
El periodista también cuestionó los supuestos “demasiado optimistas” sobre inflación y dólar. “Para que se cumpla la previsión de 24,5% en 2025, lo que tiene que tener de acá a fin de año es inflación del 1% por mes. Es la mitad de lo que tuvo en los últimos dos meses”, advirtió, y alertó que si no se concretan esas metas “lo que estaríamos viendo es un ajuste, el ajuste que pidió el Fondo Monetario”.
“El presupuesto está pensado como un guiño a los acreedores y como una señal política al Fondo, que es el que tomó el timón de la Argentina en abril cuando le confirmaron a Milei que le iban a dar este préstamo ya completamente fuera de regla”, resumió.
Y concluyó con una advertencia: “El presupuesto 2026 dice esas dos cosas: que lo peor no pasó, que está por venir, y que el timón de la Argentina no lo tiene Milei, lo tiene Kristalina Georgieva, lo tiene Trump, lo tiene el Fondo Monetario”.