Alejandro Bercovich habló sobre las movilizaciones que comienzan a multiplicarse en el país contra los recortes del gobierno de Javier Milei. “Los dueños se sacan el sombrero ante Milei por cómo pasó la motosierra, lastimando a un montón de gente, pero sobre todo porque no pataleamos lo suficiente como para molestar a sus negocios ni a la gobernabilidad”, señaló.
El periodista destacó que, a pesar de los fuertes ajustes y recortes, empiezan a formarse “burbujas de rebelión” en distintos sectores. “Hoy van a marchar los jubilados frente al Congreso, pero se sumaron los empleados del Garrahan, que vienen peleando hace meses por sus salarios y condiciones laborales”, contó Bercovich.
También subrayó la fuerza de la movilización multisectorial, que reunió a más de 70 gremios que marchaban hacia el Ministerio de Trabajo en repudio a la desregulación y los despidos. “Gremios como los metalúrgicos, la UTEP, el sindicato de prensa y la federación de aceiteros forman parte de un frente que ya empezó a hacerse visible en las calles y que advierte que esta política puede costar vidas”, explicó.
Para Bercovich, estas protestas evidencian un rechazo creciente a las políticas del Gobierno, pero advirtió que para frenar el ajuste “la dirigencia opositora ya no puede hacerse la distraída, y los gobernadores empiezan a ver que la motosierra también les pega a ellos”. En ese marco, resaltó una reflexión de Agustín Chena, que señala: “Revelarse no es patalear, es asumir una postura de intransigencia y construir una nueva idea de política y nación”.
Finalmente, el periodista consideró que estas “burbujas de rebelión” representa el impulso necesario para que la resistencia social crezca y ordene “esa espuma que va a hacerse cada vez más grande durante esta segunda mitad del año”. “La lucha en las calles tiene buenas aspiraciones y puede ir muy rápido de abajo hacia arriba”, concluyó.