
Romina Manguel comentó el cónclave entre Pedro Rosemblat y Eduardo Feinmann, luego de que ambos participaran en los programas del otro. La periodista destacó que el intercambio “tiende puentes”, pero admitió que le dejó dudas.
La conductora de No dejes para mañana opinó que si bien el encuentro pudo haber sido fructífero para ambos, tiene sus límites. “Por un lado, entiendo el juego y me parece que está bueno que lleguen ambos a otros públicos”, señaló.
Sin embargo, cuestionó la ausencia de ciertos temas en el diálogo: “Hay que sentarse frente a quien dijo esa cantidad de cosas de la líder de tu espacio y hacer como que no pasó… es difícil”. Recordó que Feinmann fue “uno de los críticos más duros” del kirchnerismo y de Cristina Kirchner, hoy detenida.
En este sentido, Agustín Álvarez Rey planteó que el encuentro abre un debate sobre los límites del diálogo: “Si el límite es un antisemita, un negacionista… bueno, nos tenemos que aprender a tolerar en lo distinto para no tolerar aquello”. Y agregó: “Si lo personal es político y todo es político, no hay espacio para esos diálogos”.
Por su parte, Guido Carelli Lynch opinó que “desde el ejercicio periodístico siempre está bueno indagar en la gente que tiene responsabilidad institucional, por más mal que te caiga”.