
Durante su editorial en YAQPA, Ernesto Tenembaum analizó la delicada situación económica que enfrenta el gobierno de Javier Milei, marcada por una aparente estabilidad que, según advirtió, podría esconder un riesgo mayor. “El dilema de Milei es el dólar barato: hoy garantiza tranquilidad, pero puede convertirse en una bomba a futuro”, afirmó el periodista.
Una economía con señales contradictorias
Tenembaum explicó que la lectura de los datos económicos actuales depende de qué números se elijan mirar. Por un lado, destacó el aumento en las escrituras de compraventa de propiedades, lo que sugiere cierta recuperación en sectores vinculados a la clase media.
Sin embargo, contrastó ese dato con la caída de la producción automotriz nacional, reflejo de un enfriamiento en la actividad industrial. “Podés construir un relato optimista o pesimista según el indicador que selecciones. Pero lo que importa es la tendencia general, y esa tendencia muestra una economía muy desequilibrada”, sostuvo.
El dólar como punto de inflexión
Para Tenembaum, el tipo de cambio atrasado es hoy el eje de tensión en la política económica. “El gobierno celebra que el dólar esté calmo, pero esa calma tiene un costo. Un dólar barato licúa la competitividad y presiona a las reservas. El mismo factor que hoy da estabilidad puede generar un nuevo salto de crisis dentro de unos meses”, advirtió.
El periodista también recordó que la estrategia cambiaria se combina con un fuerte ajuste fiscal que “sostiene la imagen de orden”, aunque con impacto en el consumo interno y el empleo.
El poder interno y las reformas que vienen
En otro tramo de su comentario, Tenembaum se refirió al funcionamiento del gabinete libertario y al rol cada vez más visible de Karina Milei, a quien definió como “la figura política más influyente detrás del Presidente”.
Además, adelantó los temas que dominarán la agenda de las próximas semanas: reforma laboral, fiscal y previsional, proyectos clave para el oficialismo que enfrentan resistencia en el Congreso y en la sociedad.
“El gobierno logró cierta estabilidad, pero está basada en variables muy frágiles”, resumió Tenembaum. “La pregunta no es si hoy la economía está tranquila, sino cuánto puede durar esta tranquilidad sin un plan productivo detrás.”