Los mercados mundiales se desplomaron luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara una nueva política de aranceles a productos importados. La medida generó una ola de reacciones en distintos países, desde fuertes críticas hasta advertencias sobre las consecuencias económicas de un posible conflicto comercial a gran escala.
Desde Asia, el secretario en jefe del Gabinete de Japón, Yoshimasa Hayashi, expresó su “seria preocupación” por el impacto de los aranceles y cuestionó su compatibilidad con las normativas de la Organización Mundial del Comercio. Además, el gobierno japonés solicitó formalmente a Washington que revierta la aplicación de un gravamen del 24% sobre sus productos.

En Europa, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, calificó la decisión como un retroceso al “proteccionismo del siglo XIX” y anunció que su país movilizará 14.100 millones de euros en respuesta a la medida impuesta por Washington. Sánchez instó a Trump a reconsiderar su postura y a sentarse a negociar con la Unión Europea y otros actores internacionales. Francia y Alemania también se sumaron al reclamo y prometieron una acción coordinada para responder al proteccionismo estadounidense.
Por su parte, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, advirtió sobre los riesgos de una “guerra comercial” que podría debilitar a Occidente y favorecer a otras potencias globales. Aseguró que Italia actuará en defensa de su economía, en coordinación con sus socios europeos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, alertó sobre el impacto inmediato de los aranceles en el costo de vida de los ciudadanos europeos, con aumentos en los precios de alimentos, medicamentos y transporte. Según von der Leyen, la medida representa un “duro golpe” para la economía mundial y podría desestabilizar a numerosas industrias.
En los mercados financieros, Wall Street registró fuertes caídas, al igual que las bolsas de Europa, Japón, China y Corea del Sur. La incertidumbre ante una posible escalada en las tensiones comerciales mantiene en vilo a los inversores a nivel global.