Al día siguiente de la muerte del Papa Francisco, Jorge García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires, se refirió al mensaje del pontífice y reflexionó sobre su legado. Consultado por Ernesto Tenembaum sobre lo convocante que fue la figura de Bergoglio, contestó que “hay que atribuirlo a lo que ha sido su mensaje a lo largo de 12 años: Francisco insistió siempre que en la Iglesia hay lugar para todos”.
“Esa consigna es la que experimentó muchísima gente, de sentirse incluidos en el mensaje de Francisco, de sentir que Francisco hablaba al corazón como hablaba Jesús, y en el corazón somos todos iguales“, completó García Cuerva, para luego agregar que el Papa hablaba “un lenguaje universal que nos incluyó a todos”.
En ese sentido, se refirió a la misa de este lunes, de la que participaron figuras políticas de diversa posición. “Ayer estaban (Adolfo) Pérez Esquivel y la vicepresidenta (Victoria Villarruel), yo la vi ir y saludarlo”, recordó, y reflexionó: “Me parece que hay que concretar el magisterio de Francisco. Todos decimos que lo queremos, que nos conmovió, es hora de vivirlo en los gestos cotidianos”. En esa línea, el arzobispo afirmó que la paz entre dirigentes políticos es un acto de homenaje al Papa.

A continuación, condenó los abucheos y cantos que un grupo de personas lanzó contra Victoria Villarruel al cabo de la ceremonia. “Cuando la vicepresidente se iba, siendo una autoridad nacional y siendo mujer, recibió una agresión de parte de un grupo minúsculo en la puerta, y yo después dije no entendieron nada, ese no fue el mensaje del Papa jamás: ni maltrato ni agresión, de ninguna manera“.
Sin embargo, resaltó que no por eso hay que “negar las diferencias” y las convicciones, ni “cerrar de manera rápida las heridas”, pero sí “hay un ideal al que tenemos que apuntar, donde será sanar heridas, pedirnos perdón, respetarnos”. En igual sentido, destacó que “el Papa tenía una expresión que era todos adentro y después hablamos“. Dicho esto, consideró que “una cosa es acompañar, incluir a otra persona, y otra es aplaudir lo que haya podido hacer”.
En referencia a los mensajes del Papa Francisco contra el afán por el dinero y el mal funcionamiento del sistema socioeconómico vigente, García Cuerva dijo que la posición de Bergoglio “es doctrina social de la Iglesia puro”, y que “el problema es cuando lo queremos ideologizar y partidizar: no es que eso sea liberalismo o socialismo”.
Recordó, de esta manera, que “la justicia social es en sí misma un principio de la doctrina social de la Iglesia” y que “el Papa decía que la inequidad es la causa de todos los males”, mientras que “la justicia social intenta reparar el daño que provoca ese mal”.