Un temporal y el consiguiente desborde del río Pilcomayo dejaron al Norte de Salta bajo el agua desde el 17 de marzo pasado. La situación sigue siendo crítica, con miles de personas evacuadas sin suficientes alimentos y otros productos de primera necesidad.

Las inundaciones en Salta afectaron principalmente a localidades como Santa Victoria Este, Misión La Paz y Monte Carmelo. En un principio se habló de unos 500 evacuados, pero distintos reportes de los últimos días calculan la cifra en 15 mil personas que debieron dejar sus hogares y permanecen incomunicadas cerca de las fronteras con Paraguay y Bolivia.
Se trata, en muchos casos, de ciudadanos argentinos pertenecientes a comunidades originarias, que ahora mismo están sin luz, agua, alimentos ni condiciones adecuadas para dormir en la noche.
La magnitud de las inundaciones fue tal que quedó cortada la ruta 54, principal vía de acceso a la región, con lo cual las autoridades debieron hacer llegar la ayuda para los afectados en lanchas y gomones.

En ese contexto, el cacique Abel Mendoza resaltó que la situación se inserta “en el marco de la derogación de la Ley 26170 que profundizaba sobre la emergencia territorial en las comunidades indígenas”, lo cual supone un descuido de las condiciones de vida de la población originaria que se agrava en estas situaciones, según declaró Mendoza a Revista Cítrica.
En declaraciones radiales, el director general de Coordinación Epidemiológica Francisco García Campos advirtió que es fundamental reforzar la vigilancia de la situación sanitaria en la zona, ya que la crecida del río puede traer consigo la propagación de enfermedades hídricas y vectoriales.