
A raíz del escándalo por infidelidad de Gimena Accardi con Nicolás Vázquez, Romina Manguel reflexionó sobre la desproporción entre el interés mediático por temas de la farándula y la indiferencia frente a hechos graves de corrupción y desigualdad social. En ese sentido, criticó la hipocresía que reina en Argentina.
“Me impresiona para mal y mucho este país de hipócritas, porque una infidelidad es un escándalo y un choreo no”, arrancó Manguel y planteó que mientras estas cuestiones ocupan la agenda mediática, otros problemas estructurales quedan relegados.
En ese sentido, se preguntó: “¿Qué hacemos con un país con un 40% de informalidad? ¿Qué hacemos con un país con 31% de pobreza, con jubilados que viven como están viviendo y con una clase media que se está cayendo del mapa?”.
La conductora insistió en que le hizo ruido ver a Accardi “confesando una infidelidad” porque son “los delitos” los que se confiesan y reclamó la misma visibilidad para los responsables políticos y económicos de hechos de corrupción: “Me encantaría ver a cada chorro y chorra que pasó por este país decir: ‘Che, voy a confesar’. Pero no, ellos no tienen nada para confesar, nada para disculparse, nada para arrepentirse”.
Finalmente, volvió a criticar la escala de valores con la que se jerarquizan los temas en el debate público: “No seamos hipócritas. Sobre todo en un país donde se nos ha robado tanto y nadie se escandalizó de tamaña manera”.