Alejandro Bercovich se refirió a la decisión del Ministerio de Economía de intervenir en el mercado cambiario usando los dólares del Tesoro. Para el periodista, la medida contradice las promesas realizadas hace apenas semanas y muestra la fragilidad del plan económico.
Bercovich recordó que el Gobierno había acordado con el FMI un esquema de bandas de flotación sin intervención, algo que ahora se desdibuja. “Son eufemismos para retractarse de lo que habían jurado que iban a sostener de acá en adelante, en abril, cuando pactaron con el Fondo Monetario un nuevo préstamo por 20.000 millones”, explicó.
Y agregó: “Hace apenas 32 días los miembros del equipo económico se jactaron de que no había problema si el dólar subía, porque estábamos en un régimen de flotación. Un mes después, vergonzantemente y a las puertas de una elección en una provincia, salen a desdecirse de manera frontal”.
El economista señaló que la estrategia no es nueva y que el Tesoro ya había usado unos 300 millones de dólares en las últimas semanas. “Este nuevo manotazo de ahogado, la venta de dólares por parte del tesoro, no es el último. Les queda todavía la posibilidad de intervenir cuando toque el techo de la banda”, apuntó.
Según Bercovich, las medidas para frenar la presión cambiaria tienen costos visibles en la economía real. “El aumento de la tasa de interés ya se llevó puesta, por ejemplo, las ventas en cuotas de electrodomésticos. La suba de encajes también frenó la economía. Empezaron a ofrecerse menos préstamos o a tasas mayores. Ni que hablar cómo esto disparó la morosidad”, detalló.
Finalmente, Bercovich sostuvo que el costo de esta estrategia no recae en los acreedores, sino en la sociedad. “Estos manotazos de ahogado tienen su costo y el costo no lo pagan esos acreedores que quieren cobrar en el verano, lo pagan quienes pierden su empleo, quienes no pueden mantener su pyme a flote, quienes tienen problemas para pagar la tarjeta de crédito, quienes sufren la recesión económica que indujo el plan en esta fase desesperada”, concluyó.