“Robledo Puch aceptó la entrevista conmigo porque La Nación y Crítica eran los dos medios que su padre leía en su casa. Charlamos dos horas en Sierra Chica.”
“Me dice: ‘Mira, esto, lo prepare para vos, escuchalo y después te contesto todas las preguntas’. Lo que había preparado era una grabación. Los 45 minutos que duraba la grabación se quedó escuchándose fascinado. Le encantaba escucharse.”
“Vi lo que le hace el sistema penal a una persona. Todo el tiempo hablaba de si mismo. Él relató sus crímenes sin que nadie lo presione, eso me dijo Robledo Puch. Tuvo la voluntad de empezar a contar y dio detalles que nadie más había ventilado.”
“Tiene una estructura de personalidad particular donde sólo puede culpar a los demás y no se hace cargo de nada. Cuando Barreda salió con domiciliaria él dijo que necesitaba una ‘Pochi’ (una mujer como la de Barreda) una mujer que se haga cargo de su salida.”