
En su editorial de este viernes, Ernesto Tenembaum analizó en profundidad el proyecto de reforma laboral impulsado por el Gobierno y advirtió que, más allá del debate técnico de artículos y procedimientos, el eje central es otro: un cambio cultural que redefine la relación entre trabajadores y empleadores. Para el conductor, la discusión pública quedó atrapada en detalles aislados, mientras el proyecto contiene un mensaje global que, en sus palabras, “reordena la vida laboral a favor del más fuerte en cada vínculo”.
Uno de los puntos que eligió para abrir el análisis fue la modificación del régimen de vacaciones. La iniciativa permite que las empresas definan unilateralmente cuándo se toman, incluso fuera del verano. Para Tenembaum, esta medida “muestra el alma del proyecto”: la idea de que la organización de la vida familiar, el descanso y los tiempos compartidos pueden quedar sujetos a la conveniencia patronal. “En el fondo, el mensaje es que la vida del trabajador se ordena según la lógica de la empresa”, reflexionó.
El editorial avanzó luego sobre uno de los sectores más vulnerables: las trabajadoras de casas particulares. Allí, la reforma propone extender el período de prueba a seis meses y habilitar despidos sin causa en ese lapso. Tenembaum remarcó que estas modificaciones consolidan una relación laboral “ya de por sí profundamente desigual”, ampliando la inseguridad laboral para un sector que históricamente tuvo menos protección y mayor informalidad.
Otro aspecto que el periodista cuestionó fue la exclusión de las propinas del cálculo indemnizatorio. Según explicó, para miles de trabajadores gastronómicos, las propinas representan una parte sustancial del ingreso mensual. “Cuando la reforma debe decidir entre el fuerte y el débil, ya sabemos de qué lado cae”, afirmó Tenembaum al describir este recorte como un patrón que se repite a lo largo del texto.
Un proyecto que busca disciplinar el empleo
Hacia el cierre, el conductor examinó el diseño global de las medidas:
- el abaratamiento del despido a través del Fondo de Asistencia Laboral,
- las restricciones al derecho de huelga,
- y la posibilidad de derogar convenios colectivos para reemplazarlos por acuerdos individuales o por empresa.
Tenembaum sostuvo que todas estas decisiones componen un mismo horizonte: un mercado laboral donde las empresas ganan capacidad de disciplinamiento y los trabajadores pierden herramientas de defensa.
“Lo que está en discusión no son artículos sueltos. Es el modelo de sociedad y de dignidad laboral que queremos construir”, cerró.