
El editorial de Ernesto Tenembaum en YAQPA puso el foco este viernes en un dato que encendió todas las alarmas dentro del sector productivo: la empresa alimenticia Mondelez suspendió a 2.000 trabajadores por la fuerte caída del consumo interno. Para el periodista, se trata de un síntoma contundente del deterioro económico que atraviesa la Argentina y de un escenario que ya no puede atribuirse a “ruidos políticos” o a factores circunstanciales.
Tenembaum planteó que la suspensión masiva en una compañía líder del mercado no sólo evidencia la fragilidad de la demanda, sino que confirma un proceso más amplio que afecta a la industria en general. “Cuando hasta las empresas más robustas frenan turnos, eso habla de un problema estructural”, señaló al abrir su análisis.
Un derrumbe que excede a una empresa
Durante su editorial, Tenembaum repasó datos recientes de la Unión Industrial Argentina (UIA), del sector automotriz y del mercado alimentario. Los informes coinciden en un diagnóstico común: la producción se reduce, las ventas caen en un rango que va del 20% al 40% según el rubro, y crece el número de compañías que evalúan suspensiones, despidos o recortes.
En ese marco, el caso Mondelez aparece como un emblema del momento que vive la economía real. “No estamos hablando de una pyme que no pudo sostenerse. Estamos hablando de un gigante que vende galletitas, chocolates, snacks. Si ese tipo de empresas frena, es porque el consumo está en un piso alarmante”, argumentó Tenembaum.
La visión del Gobierno y una economía que no reacciona
El periodista también analizó la postura de Javier Milei, quien insiste en que la recesión es parte del costo necesario para ordenar la macroeconomía y avanzar hacia una apertura plena del mercado. El mandatario sostuvo que las empresas que no resistan la competencia “tendrán que reconvertirse”.
Tenembaum cuestionó esa mirada y planteó que el problema va más allá de la supuesta “selección natural” económica. “Cuando vos tenés cientos de miles de personas perdiendo capacidad de consumo, la economía no se expande: se paraliza”, explicó. Además, indicó que las teorías que justifican la caída del empleo como un proceso virtuoso “no están acompañadas por datos que muestren una recuperación cercana”.
Crisis económica y clima social enrarecido
Otro tramo del editorial estuvo dedicado al clima social y político. Tenembaum advirtió sobre el aumento de discursos antisemitas y violentos en redes sociales y espacios públicos, un fenómeno que calificó como “profundamente preocupante”, especialmente en un contexto de tensión económica.
“La discusión pública se está volviendo más agresiva, más intolerante. Y eso no ocurre en el vacío: ocurre mientras miles de familias están angustiadas porque no llegan a fin de mes”, reflexionó.
El editorial concluyó con un mensaje contundente: el deterioro del consumo, la caída de la producción y las tensiones políticas conforman un escenario complejo que exige explicaciones más sólidas desde el Gobierno. Para Tenembaum, la suspensión en Mondelez es una señal difícil de minimizar. “La economía real está en alerta roja —cerró— y todavía no vemos el plan que indique cómo se piensa salir de esto.”