
En su editorial de este lunes en ¿Y Ahora Quién Podrá Ayudarnos?, Ernesto Tenembaum analizó el sorpresivo escenario político que dejó la elección chilena, donde la segunda vuelta quedó en manos de dos opciones extremas: el ultraconservador José Antonio Kast, reivindicador de la dictadura de Augusto Pinochet, y la candidata oficialista de raíz comunista. Para Tenembaum, el resultado es una señal contundente del nuevo clima político que avanza en la región y en el mundo.
El periodista sostuvo que Chile, considerado durante décadas un país estable, con reglas claras y crecimiento sostenido, “se radicaliza por completo”, un fenómeno que explica a través de la frustración social, el deterioro de la confianza en las instituciones y el avance de discursos antiinmigrantes y de orden.
Chile como síntoma del mundo
Tenembaum vinculó el terremoto político chileno con el proceso global de expansión de la ultraderecha, mencionando casos como el de Estados Unidos. Allí, explicó, figuras como Marjorie Taylor Greene —hoy una de las voces más influyentes del trumpismo— y el supremacista blanco Nick Fuentes muestran cómo discursos antes marginales se volvieron parte del mainstream político conservador.
Según el conductor, el denominador común en estos movimientos es el rechazo a la inmigración, la negación del cambio climático, la confrontación con el feminismo y la demonización del progresismo. “La política del odio ya no es excepción: hoy es estrategia”, advirtió.
Argentina en el espejo: economía, reservas y el escándalo que amenaza al Gobierno
Hacia el cierre del editorial, Tenembaum aterrizó el análisis en la realidad argentina. Por un lado, cuestionó la decisión del gobierno de Javier Milei de priorizar la acumulación de reservas mediante endeudamiento externo, en contra de la recomendación de economistas locales e internacionales que alertan sobre su impacto en la sostenibilidad macroeconómica.
Por otro lado, retomó el creciente impacto del escándalo de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad, una causa que volvió a agitar el clima político al interior del oficialismo. Para Tenembaum, el avance judicial y la posibilidad de nuevas detenciones reactivan tensiones dentro del Gobierno, justo en una semana donde la atención pública vuelve a concentrarse en la transparencia y el uso de fondos del Estado.
Un clima político global que ya llegó
En su editorial, Tenembaum subrayó que lo que ocurre en Chile, Estados Unidos y Argentina no son episodios aislados, sino parte de una tendencia más profunda: la radicalización de los electorados, la crisis de representación y el crecimiento del enojo social como motor político.
“Lo que vemos hoy —concluyó— es un nuevo mapa del poder mundial que se mueve hacia los extremos. Y la región no es la excepción.”