Donald Trump anunció que, desde el 2 de abril, aplicará un arancel del 25% a los países que compren petróleo o gas de Venezuela. La medida busca golpear la economía del gobierno de Nicolás Maduro.
En su red Truth Social, Trump acusó a Venezuela de “enviar delincuentes” a EE.UU. y calificó al gobierno de Maduro como “hostil”. Además, su administración dio plazo hasta el 3 de abril para que la petroler Chevron termine sus operaciones en el país.
Venezuela es un actor clave en el mercado energético de Estados Unidos. En 2024, el país norteamericano importó 5.600 millones de dólares en petróleo y gas venezolano, según el Departamento de Comercio. Esto lo convierte en uno de los principales compradores de crudo venezolano, acompañado por España, Italia y China.

El petróleo venezolano es atractivo por su bajo costo y cercanía geográfica, lo que reduce costos logísticos. Su crudo pesado, conocido como Merey, es especialmente valioso para EE.UU., ya que puede mezclarse con petróleos más livianos para optimizar su procesamiento. Además, las refinerías de conversión profunda en China también lo utilizan ampliamente.
Además, Trump planea un arancel del 25% sobre autos, aluminio y fármacos. Lo anunciaría en el “Día de la Liberación” comercial. Pese a sus amenazas, los mercados reaccionaron con subas.
El expresidente insistió en que EE.UU. debe proteger su industria y asegurar el abastecimiento de productos esenciales en caso de crisis.