Los estudios sobre el uso del celular en niños y adolescentes se replican en diferentes partes del país y del mundo, pero, en general, las tendencias son similares: alta cantidad de horas frente a las pantallas, acceso cada vez más temprano y exposición a situaciones riesgosas como las apuestas o el grooming (acoso por parte de adultos con fines de concretar un abuso sexual).
En este caso, la Universidad Católica de Salta (UCASAL) difundió en los últimos días los resultados de un estudio basado en encuestas realizadas entre 2023 y 2024, en 86 escuelas primarias y secundarias de la capital provincial. Entre los principales hallazgos, destacó que más del 80% de los estudiantes encuestados reportó haber accedido a su primer celular a los 9 años o antes.
Más aún, el 45% pasa más de cinco horas al día frente a una pantalla, mayormente usando redes sociales, jugando en línea o viendo videos. El mayor problema radica en lo que señalan varios expertos, que es la falta de educación digital. Los chicos reciben un teléfono, en general, sin indicaciones previas ni acompañamiento, lo cual puede llevar a conversaciones riesgosas con adultos, a las apuestas online o simplemente a la pérdida de concentración, capacidad de pensar a largo plazo o creativamente, como demuestran algunos estudios sobre las repercusiones del uso permanente de tecnología.

“Los juegos en línea, como Free Fire y Roblox, fueron identificados como espacios donde los menores se comunican con desconocidos, lo que representa un riesgo frente a delitos como el grooming y la trata de personas. En este contexto, la concienciación a padres y docentes resulta fundamental para contrarrestar la falsa percepción de que los niños solo “juegan” en estas plataformas”, explicaron desde UCASAL.
De los estudiantes salteños encuestados, el 75% dijo usar WhatsApp, YouTube, TikTok o Instagram, mientras que más del 50% aseguró jugar a Free Fire, Roblox o Minecraft. En ese marco, más de la mitad dijo haber hablado con desconocidos por medio de estos juegos o de las redes. Esta situación apunta a un riesgo aún poco tenido en cuenta, que es el contacto con abusadores.
Internet está repleto de redes delictivas de personas que intercambian imágenes de niños, niñas y adolescentes, que los fotografían en sus propios entornos o la vía pública, o que las obtienen de redes sociales. Sin mencionar que, en muchos casos, contactan a los menores de edad para entablar una relación extorsiva que puede terminar en la exigencia de intercambio de imágenes sexuales e incluso en un abuso sexual presencial. Sin embargo, el 62% de los encuestados dijo no saber qué significa el término grooming.

“Otro hallazgo preocupante es que el 13% de los participantes en 2023 admitió conocer o practicar el sexting (intercambio de mensajes o imágenes de tinte sexual), con una edad predominante entre 11 y 13 años”, detallaron desde la Universidad.
En el plano de las apuestas, UCASAL alertó sobre “la creciente exposición a aplicaciones de casino online”, situación que desde la casa de estudios vincularon con “la necesidad urgente de una mayor regulación y responsabilidad social, especialmente en el ámbito deportivo, dado que algunas de estas plataformas patrocinan equipos de fútbol reconocidos”. El 9% de los estudiantes dijo haber apostado en apps como Betwarrior, CeluApuestas, Codere o VivoSlots.
“El estudio también revela que los menores se perciben con mayor conocimiento tecnológico que sus padres, lo que subraya la necesidad de fortalecer la educación digital tanto en los hogares como en las escuelas. A pesar de un mayor conocimiento sobre la privacidad de los datos, persisten vacíos en la seguridad digital, lo que demanda estrategias de formación más efectivas”, reflexionaron desde UCASAL.