Tras meses de idas y vueltas, el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen que reforma el Régimen Penal Juvenil. El proyecto, consensuado entre bloques oficialistas y opositores, establece que los adolescentes podrán ser imputados desde los 14 años, pero solo por delitos graves.
La propuesta elimina la figura del “inimputable” y plantea un sistema especial con penas diferenciadas, enfoque restaurativo y medidas alternativas al encierro. La prisión será una excepción y solo aplicará para casos graves, con un máximo de 15 años. Además, se prohíbe la perpetua y el alojamiento de jóvenes con adultos.
El dictamen prevé que quienes cometan delitos menores a tres años no puedan recibir sanciones privativas de libertad. Las penas posibles incluyen trabajos comunitarios, asistencia a programas educativos y restricciones de circulación. También se incorpora la figura del “supervisor especializado”, que hará un seguimiento individualizado.

Desde el oficialismo y bloques aliados remarcaron que el texto no responde a una mirada punitivista y que busca equilibrar la responsabilidad penal con derechos y garantías para los adolescentes. El dictamen fue firmado por 77 diputados y toma aportes de más de 15 proyectos previos.
Sin embargo, Unión por la Patria, el Frente de Izquierda y parte del bloque Encuentro Federal no acompañaron la iniciativa. Cuestionaron que se avance con la baja de edad sin asegurar condiciones reales de contención, debido proceso y no criminalización de la pobreza.
La discusión recién empieza: el texto ahora deberá pasar al recinto, donde se espera un debate fuerte y con final abierto.