El Vaticano publicó este lunes el testamento del papa Francisco, donde el pontífice argentino dejó expresadas sus últimas voluntades. En el texto, fechado el 29 de junio de 2022, el exarzobispo de Buenos Aires pidió ser sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, y dejó instrucciones claras sobre cómo debía ser su tumba: sencilla, sin ornamentaciones y con una única inscripción en latín: Franciscus.
La difusión del testamento se dio a las 20 (hora local), horas después de que se anunciara oficialmente la muerte de Francisco, ocurrida a las 7.35 de la mañana en su residencia de la Casa Santa Marta, producto de un accidente cerebrovascular que derivó en un coma y un paro cardíaco irreversible. Una vez sellado su departamento y trasladado su cuerpo a la capilla privada de su vivienda, se hizo público el texto.
En su testamento espiritual, Francisco explicó que deseaba reposar en la Basílica donde comenzó y concluyó cada uno de sus viajes apostólicos, un santuario mariano al que tenía especial devoción: “Siempre he confiado mi vida y mi ministerio a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima”, escribió.

El papa pidió específicamente ser enterrado “en la tierra, en un nicho sencillo, sin decoración particular, entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza”, en el interior de Santa María la Mayor, un lugar íntimamente ligado a su pontificado y a su fe personal.
Un último gesto de humildad
Fiel a su estilo austero, Bergoglio también dispuso que los costos del sepelio fueran cubiertos por una donación previamente asignada, con instrucciones precisas que dejó en manos de monseñor Rolandas Makrickas, comisionado extraordinario del Capítulo Liberiano.
En el cierre del documento, el Papa se despidió con una oración: “Ofrecí al Señor el sufrimiento que se hizo presente en la última parte de mi vida por la paz en el mundo y la fraternidad entre los pueblos”.