• ¿Y ahora quién  podrá ayudarnos?-IMAGEN
    Lunes a Viernes de 8 a 10:30 hs.

    ¿Y ahora quién podrá ayudarnos?

    Ernesto Tenembaum, Gustavo Grabia, Tamara Pettinato, Jairo Straccia, Yamila Segovia

  • La inmensa minoría-IMAGEN
    Lunes a Viernes, 11:30 a 14 hs

    La inmensa minoría

    Reynaldo Sietecase, Federico Yañez, Verónica Castañares, Jorge Tartaglione.

  • Pasaron cosas-IMAGEN
    Lunes a Viernes 14 a 17 hs

    Pasaron cosas

    Alejandro Bercovich, Alejandro Wall, Nahuel Prado, Gabriela Vulcano, Mauro Eyo

  • No dejes para Mañana-IMAGEN
    Lunes a Viernes de 18 a 20 hs

    No dejes para Mañana

    Romina Manguel, Agustín Álvarez Rey, Natalia Maderna, Diego Geddes, Guido Carelli Lynch.

  • Buenas tardes, China-IMAGEN
    Lunes a Viernes de 6 a 8 hs

    Buenas tardes, China

    Yamila Segovia, Jairo Straccia

  • Tarde para Nada-IMAGEN
    Viernes de 20 a 22 hs.

    Tarde para Nada

    Maria O´Donnell Claudia Piñeiro Rodo Reich Seba Davidovsky Alfredo Sainz

  • Pase lo que pase-IMAGEN
    Lunes a Viernes de 10:30 a 11:30 hs

    Pase lo que pase

    Ernesto Tenembaum y Reynaldo Sietecase

  • Vamo a calmarno-IMAGEN
    Sábado 09 a 12 hs

    Vamo a calmarno

    Diego Iglesias, Julián Marini

  • Que no panda el cúnico-IMAGEN
    Lunes a Viernes 17 a 18 hs

    Que no panda el cúnico

    Ernesto Tenembaum, Noelia Barral Grigera, Iván Schargrodsky, Leandro Renou, Diego Iglesias y María O´donnell

  • Todo marcha acorde al plan-IMAGEN
    Lunes a Jueves 20 a 22 hs.

    Todo marcha acorde al plan

    Tamara Pettinato y Nacho Giron

  • Podría ser peor-IMAGEN
    Domingos de 14 a 16 hs.

    Podría ser peor

    Nico Fiorentino y Maru Amabile

Entre voces e historias: por qué los podcasts han pasado a formar parte de nuestro día a día

    Antiguamente, para escuchar un buen programa había que sintonizar la radio en el momento adecuado. No hubo conversación: o escuchabas en vivo o perdías el contenido. Hoy, esa lógica ha cambiado por completo y los podcasts tienen mucho que ver con eso.

    Llegaron silenciosamente, con auriculares durante el trayecto al trabajo, en la cinta del gimnasio o incluso mientras preparaban la cena. Sin prisas, sin pantalla, sin obligación de seguir nada en tiempo real. El contenido empezó a adaptarse a la rutina, y no al revés.

    Una nueva forma de consumir ideas

    Parte del éxito de los podcasts es precisamente la libertad que ofrecen. A diferencia de la televisión o la radio tradicionales, aquí el propio público elige qué, cómo y cuándo escuchar. Y quizás sea esta flexibilidad la que resulte más atractiva: no es necesario detenerlo todo para prestar atención, pero también es posible profundizar en temas que realmente despiertan interés.

    Lo tiene todo: periodismo, ficción, debates, largas entrevistas, historias de crímenes reales, curiosidades, música, opinión… e incluso temas inesperados, como reflexiones sobre el mundo de las apuestas deportivas, que han ganado espacio en conversaciones más profundas sobre comportamiento, estadísticas y toma de decisiones.

    Algunos episodios duran tres minutos. Otros, casi dos horas. Y no hay ninguna regla: vale la pena escucharlo todo de una vez o poco a poco, como se pueda.

    Contenidos a medida, con cara de quien escucha

    Lo más curioso es entender cómo cada persona forma su propia “programación”. Hay quienes prefieren empezar el día con una conversación ligera y quienes sólo pulsan play cuando se van a dormir. Hay quienes escuchan atentamente, tomando notas, y quienes simplemente disfrutan del sonido como compañía. Y todo está bien.

    Más que consumir información, los oyentes de podcasts buscan conexión. Se identifican con las voces, los acentos, los temas. A veces, un episodio toca un punto que nadie entiende, pero ahí, en esos minutos de audio, parece como si alguien finalmente hablara tu idioma.

    Menos pantallas, más presencia

    En un mundo donde todo parece requerir atención visual todo el tiempo, los podcasts ofrecen un respiro. Puedes escuchar mientras caminas, conduces, cocinas u organizas tu hogar. Sin necesidad de parar y mirar. No hay notificaciones parpadeando en tu cara.

    Y esta característica, que puede parecer pequeña, tiene un valor inmenso. Porque le devuelve al oyente el control de su propio tiempo. Escuchar se convierte en un acto íntimo, a menudo silencioso, incluso cuando hay tres voces en el episodio y una fuerte risa en el medio.

    Mucho más que una moda pasajera

    Puede parecer que los podcasts son algo nuevo, pero lo cierto es que ya forman parte del día a día de millones de personas. Y no sólo como tendencia. Se convirtieron en una herramienta de aprendizaje, un compañero diario, una forma de descomprimirse. Están en los oídos de quienes quieren informarse, reír, reflexionar o simplemente pasar el rato de una forma ligera y agradable.

    En un país tan grande y diverso como Brasil, es hermoso ver cómo los medios simples, compuestos de palabras, han ganado tanto espacio. Quizás porque, al final del día, lo único que queremos es escuchar y ser escuchados. Y los podcasts hacen exactamente eso: crean puentes donde antes sólo había silencio.

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