En medio de un nuevo capítulo de cruces con los periodistas, Javier Milei denunció penalmente a los periodistas Carlos Pagni, Viviana Canosa y Ari Lijalad, acusándolos de injurias y calumnias por sus análisis y declaraciones. En ese marco, el equipo de Que no cunda el pánico abrió un debate sobre estas acciones judiciales, con la participación de Jorge Fontevecchia, presidente del Grupo Perfil.
“Milei, al ser tan bizarro, no parece creíble. Me pregunto si esto no será su escudo para que nosotros nos tomemos en broma todo lo que dice. Lo mismo pasó con Bolsonaro en Brasil. Era tan ridículo, que nadie le creía”, reflexionó Fontevecchia, quien comparó el accionar del presidente argentino con el del exmandatario brasileño.
Ernesto Tenembaum apuntó al trasfondo estratégico de los ataques: “La trampa está en que se cambie el eje de la discusión. Que estemos hablando de esto en lugar de lo que hace el gobierno”.
Por su parte, María O’Donnell se refirió a la denuncia contra Ari Lijalad, quien fue acusado de comparar a Milei con Hitler: “En ningún momento los periodistas dijeron que Milei sea nazi. Lo que él está penalizando es un análisis. Trae como testigo a un funcionario del gobierno israelí, como si tener una vinculación política con Israel significara tener una defensa respecto del debate que se está dando sobre las formas de comunicación de los años 30 y las nuevas ultraderechas del mundo”.
Cuando Tenembaum planteó la posibilidad de que Milei quiera meter presos a periodistas, Fontevecchia fue claro: “No hay ley que permita meter presos periodistas, no hay delito de cárcel”, aunque advirtió sobre la falta de reacción institucional: “Me parece que lo que pasa es que uno no encuentra respuestas institucionales que estén a la altura de lo que hace Milei. Desde las instituciones se tendría que levantar la voz de otra manera”.
En ese sentido, Fontevecchia hizo un llamado a los referentes del periodismo con trayectoria: “No podemos pedirles a los periodistas más jóvenes que enfrenten esta situación. Creo que los que tenemos mayor recorrido y cuya opinión pública ya está formada, tenemos la obligación de usar ese capital para contestar”.