
A partir de la detención de Juan Grabois, dirigente del Frente Patria Grande, quien fue arrestado durante una protesta pacífica en el Instituto Juan Domingo Perón, Alejandro Bercovich advirtió sobre el avance del autoritarismo en la Argentina.
“Hay señales alarmantes respecto de que nuestra democracia empieza a virar hacia un régimen más autoritario”, planteó el conductor, y agregó: “No hace falta que haya tanques en la calle para que una democracia se interrumpa”.
Según Bercovich, la intervención policial respondió directamente a una orden de Javier Milei y de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, algo que fue confirmado por el propio jefe de la Policía Federal, Luis Alejandro Rolle. En este sentido, el conductor de Pasaron Cosas se preguntó: “¿Puede un presidente en ejercicio ordenar que se lleven preso a un dirigente opositor popular como Grabois? Hasta ahora, en Argentina, no podían”.
Bercovich sostuvo que no hubo delito flagrante y que el operativo apuntó directamente contra Grabois, a pesar de que había decenas de personas que se manifestaban en el lugar. “Si detectó la policía que estaban cometiendo un delito, los debería haber detenido a todos”, razonó. En cambio, remarcó, “lo que hicieron fue llevarse a uno, a Juan Grabois, que sacó un millón de votos en las elecciones presidenciales”.
El conductor también criticó el silencio de buena parte del arco político y mediático ante lo que consideró una detención arbitraria. Destacó la reacción de Martín Lousteau como una de las pocas voces que se alzaron en defensa de los principios democráticos. “Si tiene cuatro patas y ladra, es un perro. Si un presidente dicta una detención arbitraria sin orden judicial sobre un dirigente opositor, ese presidente es un autoritario”, citó Bercovich al senador radical.
Para concluir, el periodista denunció la peligrosidad del discurso de figuras como Agustín Laje, cercano a Milei, quien escribió en redes sociales: “¿Por qué seguimos fingiendo que es posible convivir con los zurdos? No son conciudadanos, son enemigos”. Para Bercovich, estas declaraciones empujan a una lógica de guerra civil y deberían ser objeto de intervención judicial. “Está diciendo que hay enemigos en nuestra propia sociedad”, alertó.