Los mercados globales siguen en caída libre por la escalada en la guerra comercial. En Wall Street, los índices ceden hasta un 4%, mientras que en Argentina el impacto es directo: las acciones de empresas nacionales que cotizan en Nueva York se desploman hasta un 13,4% y el riesgo país supera los 900 puntos básicos, su nivel más alto desde noviembre pasado.
Las acciones de compañías argentinas en Wall Street atraviesan su segunda jornada consecutiva en rojo, con caídas lideradas por los bancos y las empresas energéticas. En Buenos Aires, el S&P Merval pierde un 8% en pesos y 9,6% en dólares, reflejando el nerviosismo de los inversores.
Los bonos soberanos tampoco se salvan: caen hasta 3,6%, encabezados por el Global 2046, seguido del Bonar 2038 y 2041 (-3,4%) y el Bonar 2035 (-3,3%). Como resultado, el riesgo país trepa 8,1% hasta los 943 puntos básicos, una mala noticia para el Gobierno, que necesita estabilizar este indicador para volver a los mercados internacionales de crédito.

El conflicto entre EE.UU. y China sigue escalando. Washington anunció nuevos aranceles a las importaciones chinas y Beijing respondió con una suba del 34% en sus tasas para productos estadounidenses. El impacto se siente en todo el mundo, y Argentina no es la excepción.
A nivel local, la Casa Blanca también ajustó su política comercial: el gobierno impuso un arancel del 10% sobre productos argentinos, complicando la capacidad exportadora del país. Sin embargo, el impacto más fuerte podría venir por otro lado: la desaceleración económica global y la caída de los precios de los commodities, especialmente la soja y el petróleo, golpean aún más las perspectivas económicas nacionales.