Julio César Coria, exguardaespaldas de Diego Maradona, recuperó la libertad tras una semana preso por presunto falso testimonio en el juicio que investiga la muerte del ídolo. El juez Esteban Rossignoli, del Juzgado de Garantías Nº4 de San Isidro, ordenó su excarcelación al no contar con antecedentes penales, aunque la causa en su contra sigue abierta.
Coria trabajó con Maradona desde 2015 hasta su fallecimiento en noviembre de 2020 y fue una de las últimas personas que lo vio con vida. Su testimonio despertó sospechas cuando afirmó que la psiquiatra Agustina Cosachov y la enfermera Gisela Madrid realizaron maniobras de reanimación, algo que no había mencionado antes. Además, negó haber mantenido conversaciones telefónicas con el neurocirujano Leopoldo Luque, pese a que los registros telefónicos indicaban lo contrario.
El testimonio de Coria es clave en la causa, ya que estuvo presente en los momentos finales de Maradona y fue quien intentó reanimarlo. Sin embargo, las contradicciones en sus declaraciones llevaron a la fiscalía a solicitar su detención bajo la sospecha de que estaba ocultando información relevante.

El juicio investiga la responsabilidad de siete profesionales de la salud en la muerte de Maradona y apunta a la presunta negligencia en su atención médica. La fiscalía sostiene que los acusados, entre ellos médicos, enfermeros y psiquiatras, conocían el estado crítico del paciente, pero no implementaron los cuidados necesarios. Según la investigación, el equipo médico que lo atendía no reaccionó a tiempo ante las señales de deterioro y habría incurrido en un abandono de persona.
Entre los imputados se encuentran el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, principales responsables de su tratamiento. También están acusados otros profesionales de la salud que tenían a su cargo el monitoreo diario de la evolución del exfutbolista. La fiscalía busca determinar el grado de responsabilidad de cada uno y si hubo intenciones de encubrir posibles fallas en la atención.