En su editorial de Pasaron Cosas, Alejandro Bercovich habló de la violenta represión que nuevamente sufrieron jubilados y organizaciones sociales que se manifestaban frente al Congreso. Esta vez, incluso trabajadores de prensa fueron golpeados, detenidos y gaseados.
“La escena de la represión de todos los miércoles ya es una rutina”, señaló el periodista. “Reprimen aunque los jubilados estén parados en la vereda. Hacen esas coreografías provocadoras, empujan a gente que se manifiesta de modo absolutamente legal”.
Uno de los fotógrafos agredidos fue Tomás Cuesta, que trabaja para la agencia France-Presse y también colabora con el diario La Nación. Cuesta fue encapuchado, inmovilizado con una rodilla en la cabeza —“como a George Floyd”, comparó Bercovich— y detenido bajo la falsa acusación de haber golpeado a un policía.
“Revisaron todas las cámaras y no hay tal imagen”, contó Cuesta más temprano en diálogo con Ernesto Tenembaum. También fueron agredidos otros reporteros gráficos, del diario La Nación y Clarín, a quien le tiraron gas pimienta en la cara.
Bercovich advirtió que la represión a los periodistas no es un exceso aislado, sino parte de una política deliberada. “La policía de Patricia Bullrich salió directamente a cazar fotógrafos, porque no quiere que registren la violencia contra los jubilados”. Según el conductor, esto responde a un cambio en el clima social: “Empieza a aparecer en las encuestas que a la sociedad no le gusta que le peguen a los jubilados. Incluso a muchos votantes de Milei”.
Para cerrar, el periodista trazó una línea entre los ataques del Gobierno a distintos sectores. Dijo que “primero fueron los artistas, después los economistas, ahora los periodistas. Siempre necesitan un chivo expiatorio. Es una estrategia clásica de la ultraderecha. Pero los que reprimen, los que tienen la guita afuera y no dan explicaciones, son ellos”.